Ibarretxe pedirá a la oposición ideas y le advierte de que no retirará su plan

Defenderá en el debate de política general el respeto a la decisión de los vascos como clave de paz y de convivencia. Cree que Euskadi afrontará su futuro «sin imposiciones».

LUIS CALDEVILLA. DV. VITORIA

Juan José Ibarretxe aprovechará el pleno de política general que celebrará pasado mañana el Parlamento Vasco para pedir a la oposición su participación activa en el debate sobre un nuevo marco de autogobierno sin exigir a cambio la retirada de su propuesta de nuevo Estatuto. El lehendakari insistirá en que el respeto a la voluntad de la sociedad vasca será la clave para superar los problemas de violencia y de convivencia.

El lehendakari envió ayer al Parlamento Vasco las líneas generales de la intervención que protagonizará el viernes ante el debate de política general, que será el último de la presente legislatura. Ajuria Enea ha preferido en esta ocasión remitir un resumen algo más elaborado que el tradicional guión esquemático de otros años, donde se incluye un emplazamiento explícito a la oposición para que participe en el debate sobre un nuevo marco jurídico y político para el País Vasco.

Tres son para Ibarretxe las claves que van a determinar «el presente y el futuro de la sociedad vasca». En primer lugar, «la sociedad vasca ha conseguido abrir una puerta a la esperanza». Destacó que «hemos logrado derribar las barreras que negaban el diálogo e impedían un debate normalizado en el Parlamento Vasco sobre nuestro propio futuro». Para el lehendakari, se ha conseguido «atravesar el muro de la incomunicación, a pesar de las amenazas y de los insultos». En la actualidad, «ya nadie se niega al diálogo institucional con el Gobierno Vasco».

Recordó que «el propio Tribunal Constitucional ha dejado en evidencia a quienes tachaban de inconstitucional el debate sobre la propuesta de nuevo Estatuto en el Parlamento Vasco». En su resolución del pasado día 20 de abril, en la que rechaza el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Gobierno central, «ha manifestado que no se puede cuestionar la competencia del Gobierno Vasco para proponer una reforma del Estatuto de Gernika». Hoy en día «no se criminaliza el diálogo aunque, desgraciadamente, se sigue negando el debate en el Parlamento Vasco. En todo caso, hemos abierto un escenario de esperanza», destacó.

La segunda clave consiste en que «ha llegado el momento de ofrecer respuestas y soluciones». La sociedad vasca está harta de los partidarios del no, de la crispación». Se ha acabado para Ibarretxe «el tiempo de gritar e insultar, ha llegado el momento de hablar y de hacerlo en el Parlamento Vasco, no en los medios de comunicación». Negar el diálogo en el Parlamento Vasco «es negar la solución».

Mandato parlamentario

Recordó que la Comisión de Autogobierno instó en 2002 al Gobierno Vasco a presentar una propuesta de reforma estatutaria «y así lo hemos hecho» el pasado 25 de octubre. «No estamos, por tanto, ante un debate nuevo. No estamos en los momentos de solicitar la renuncia o la retirada de mandatos parlamentarios, sino en el de aportar ideas y reflexiones en el Parlamento Vasco», enfatizó.

La tercera clave apuesta por «aprovechar la actual oportunidad sin miedo al fracaso». La reflexión del lehendakari se produce tras el escepticismo mostrado por el presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa (PNV), sobre la posibilidad real de que el pleno de la Cámara apruebe en diciembre la propuesta de nuevo Estatuto. El propio Ejecutivo autónomo ha admitido ya que cabe un rechazo parlamentario al plan Ibarretxe, si bien tanto PNV como EA han matizado seguidamente que ello no conllevaría la «derrota» o «fracaso» de la iniciativa, que volverían a remitir al hemiciclo para su aprobación por mayoría absoluta tras las elecciones autonómicas previstas para la primavera de 2005.

El lehendakari parte de que si Euskadi ha resuelto muchos de sus problemas, será también capaz de superar la violencia y los déficits de convivencia. Euskadi será en el futuro «lo que los ciudadanos vascos decidan ser, libre y democráticamente, sin exclusiones, sin violencia y sin imposiciones externas». La «llave» de la solución será el «respetar la voluntad de la sociedad vasca».

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