Minaretes para nuestras cárceles

El sindicato mayoritario de funcionarios de prisiones, ACAIP, ha ratificado su denuncia ante los medios de comunicación, sobre los graves incidentes que en varias cárceles están provocando los presos musulmanes. Los radicales islámicos están formando una especie de mafia penitenciaria, se han apoderado de módulos, bibliotecas, escuelas, pasillos y otros espacios para sus practicas religiosas, llegando incluso a practicar instrucción paramilitar en el patio de la cárcel de A Lama, con escobas a modo de fusiles. Los activistas islámicos están reclutando a otros presos de origen musulmán, para lograr imponer “su ley” en las prisiones, se amenaza al resto de reclusos e incluso se ha detectado algún plan para secuestrar a los funcionarios. La situación en la cárcel de Topas (Salamanca) A Lama (Pontevedra), o Dueñas (Palencia), puede volverse insostenible si no se ataja a tiempo el problema.

Frente a esta situación la Directora General de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha calificado de exageraciones las denuncias de los funcionarios, calificando los incidentes como de algo normal en el entorno penitenciario.

No sabemos si la responsable socialista de las cárceles considera también normal la noticia de que presos islamistas y etarras de la cárcel de A Lama celebraron la matanza del 11-M. Lo cierto es que desde el PSOE se quiere quitar importancia al problema del radicalismo islámico y al problema de la inmigración, justificando su política de permisividad. La regularización indiscriminada anunciada o la reforma del código penal apuntada para evitar la expulsión de delincuentes extranjeros, son muestras de la negligente política que el gobierno ZP va a seguir en esta materia.

Sólo en el mes de agosto fueron interceptados 10.042 inmigrantes que pretendían llegar a España en pateras, pueden suponerse que el número de ilegales que han conseguido entrar, por mar y por el resto de las fronteras españolas, es muy superior. Pero el presidente del gobierno nos quiere hacer creer que sólo hay 800.000 ilegales en España. Como siempre ZP se ha limitado a “decir”, pero no ha explicado de donde ha sacado esa cifra, si se la ha inventado u obedece a algún estudio oficial, más aún cuando hay ONGs que hablan de 2 millones de ilegales.

A lo mejor es que desde el PSOE se quiere acomodar la realidad al ridículo discurso de ZP ante la asamblea de la ONU, -similar, según anunciaba La Razón al lanzado por el líder iraní Jatami- y hacer cuadrar el círculo islámico.

Quizás ZP debería pasarse por las cárceles españolas a hacer un poco de apostolado entre los presos musulmanes, para explicarles eso de la alianza entre las civilizaciones occidental e islámica, seguro que con su talante les convence de que se porten bien y dejen de matar infieles, y de paso les construye unos minaretes en las prisiones, para que así no se sientan discriminados y se integren en nuestra sociedad.

Y es que como nos ha dicho Rubalcaba ¡qué presidente tan bueno tenemos¡.

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