ERC aprueba la propuesta de dividir Catalunya en siete veguerías

Los nuevos entes tendrían el rango administrativo de las provincias

El consejo nacional de Esquerra Republicana aprobó ayer en Tremp la propuesta de división de Catalunya en siete veguerías que tendrían idéntico rango administrativo que las actuales provincias. El president Maragall mostró su apoyo a esta propuesta, que no entra a abordar la posible reorganización comarcal.

Pasqual Maragall reconoció en Lleida su coincidencia con el modelo de veguerías planteado por los republicanos

PAU ECHAUZ - 03/10/2004

Esquerra Republicana propondrá a sus socios de Gobierno que la organización territorial de Catalunya contemple siete veguerías que coincidan a nivel administrativo y electoral con las provincias españolas. El secretario general, Joan Puigcercós, y el conseller de Governació, Joan Carretero, explicaron ayer en el consejo nacional que el partido celebró en Tremp que ello no significa la renuncia al reconocimiento de nuevas realidades comarcales, pero que, en la simplificación del mapa administrativo que proponen, las veguerías y los municipios serán las entidades territoriales básicas. Puicercós agregó también que este guión pretende "hacer desaparecer la administración del Estado en Catalunya, que es lo mismo que pedía Fraga cuando habló de administración única".

Las veguerías serían consideradas circunscripción electoral tanto en las elecciones a Cortes como en las del Parlament de Catalunya, un aspecto que fue apoyado en Lleida por la tarde por Pasqual Maragall. El presidente coincidió con el documento de ERC afirmando que "a las cuatro provincias tradicionales se tiene que añadir el Ebro, la Catalunya Central y el Pirineo".

Puigcercós y Carretero explicaron también que ERC no renuncia a que Catalunya sea provincia única, pero creen que hoy ello no reportaría ningún beneficio particular. Asimismo, reiteraron que la simplificación administrativa pasa por vaciar de contenido político los consejos comarcales y convertirlos en meros órganos de gestión y de servicios. ERC también apuesta por una región metropolitana de Barcelona.

Respecto del número de comarcas, el documento aprobado por 107 votos a favor y ninguno en contra afirma que se tendrá en cuenta la posibilidad de reconocimiento de nuevas realidades comarcales, pero sin citar cifra ni propuesta alguna. Con todo Puigcercós cree que un debate sobre el número de comarcas es estéril porque "Catalunya no necesita ni más administraciones ni más impuestos".

El mapa regional propuesto por ERC diseña siete regiones que serán también circunscripción electoral: Girona, Barcelona, Lleida, Camp de Tarragona, Terres de l´Ebre, Catalunya Central, Alt Pirineu y Aran, "sin perjuicio de las que el Parlament pueda establecer durante la tramitación parlamentaria con el reconocimiento si se tercia de subámbitos territoriales". Joan Carretero afirmó que el Estado ha de asumir que "Catalunya en un acto de soberanía le diga cómo ha de adaptarse a la organización territorial aprobada aquí". El documento prevé que las veguerías asuman parte de las competencias de las actuales diputaciones y establece un órgano de gobierno, el Consell de Vegueria, que sería elegido con comicios de segundo grado en función de los resultados obtenidos en las elecciones municipales. El documento, que incorporó varias enmiendas de consellers de Lleida, también recoge "el reconocimiento de las instituciones de Val d´Aran como realidad diferenciada".

Por su parte, Josep Lluís Carod-Rovira en su informe político afirmó que ERC, "que fue el arquitecto del Gobierno nacido en el Tinell, ha de ser también la máxima defensora de este Gobierno". "Estamos moralmente obligados a defenderlo aquí y en Madrid donde quizás otros que también están en el Gobierno no pueden, no quieren o no saben defenderlo con tanta intensidad como lo hacemos nosotros".

Carod apeló a votar no a la Constitución europea para "que se note un rechazo evidente que nos dé fuerza para negociar no tanto con Europa como con el Estado español". En este sentido, el consejo nacional aprobó por unanimidad un documento que ratifica la oposición al tratado. Finalmente el dirigente republicano insistió una vez más en que no van a renunciar a un nuevo Estatut, pero priorizó la consecución de un nuevo modelo de financiación.

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