Blogia
ALERTA NACIONAL

De la Vega y Maragall pactan el contenido del homenaje a Companys

De la Vega y Maragall pactan el contenido del homenaje a Companys CRISTINA SEN - 13/10/2004

MADRID

El Gobierno de España y el de la Generalitat ya tienen hilvanado el contenido del homenaje al president Lluís Companys, que contará en representación del Ejecutivo con la presencia de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Éste fue ayer uno de los temas de conversación que mantuvo con el president Pasqual Maragall durante la recepción que ofrecieron los Reyes en el palacio Real y donde acordaron que el compromiso que asumirá el Gobierno en Barcelona para rehabilitar la figura del president fusilado tras la Guerra Civil irá en la línea de la proposición no de ley aprobada por el Congreso el 28 de septiembre.

Por lo tanto, De la Vega tiene la intención de hacer público el viernes la apuesta del Gobierno por impulsar esta rehabilitación de la figura del president y posiblemente participar en un futuro acto de desagravio, y, asimismo, revisar el consejo de guerra que lo condenó a muerte. La presencia en el homenaje de un alto representante del Ejecutivo era de especial relevancia para el presidente de la Generalitat, quien consideraba que al igual que por primera vez el máximo representante de la Generalitat acudía al desfile del día de la fiesta nacional, también el Ejecutivo debía estar en los actos por el president republicano. De todas maneras, el Gobierno ha solicitado a Maragall unas ciertas garantías de que el viernes el homenaje transcurrirá en los términos pactados, ya que ERC había pedido en el Congreso que el Estado pidiese perdón.

El president asistió al desfile militar y, finalmente, también optó por acudir a la recepción de los Reyes. Pese a la polémica que ha levantado entre sus socios de ERC e ICV su participación en el desfile militar, donde estuvo presente un representante de la División Azul, el president optó ayer por la prudencia y evitó las declaraciones públicas. Pero quedaron dos cosas claras . Por un lado, el presidente considera positivo haber asistido al acto y en su entorno se estima que ya era hora de poner fin a algunos complejos con respecto a la simbología del Estado, especialmente tras el cambio que ha dado José Luis Rodríguez Zapatero al concepto de España. Pero por otro lado, no le ha gustado la presencia de la División Azul y la polémica que ello ha comportado, aunque optó por no mostrar en voz alta su desagrado teniendo en cuenta que estaba en el palacio Real con todo el Gobierno. Fue el portavoz, Joquim Nadal, el que lo dijo en Barcelona

Los fastos también sirvieron para que Maragall despachase con el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, aunque no hablaron de sus desaveniencias, sino de la informática en las escuelas.

www.lavanguardia.es

0 comentarios